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Reflexiones sobre el ejercicio del periodismo en el siglo XXI

Evelio Taillacq:

“La tendencia al circo es abrumadora”



En el ámbito periodístico actual, vale decir en pleno albor del siglo XXI difícilmente se encuentra un periodista culto, informado, actualizado, pero sobre todo educado, en todo el sentido de la palabra, todo lo contrario, algunos, por no decir muhos jóvenes comunicadores de hoy en su ambición desmedida por ocupar un cargo y hacer de los órganos de prensa que llegan a sus manos una varita mágica que convierte la noticia “amarilla” por supuesto “en dólares”, carecen de cultura, educación y constituyen el prototipo de Rambo, en otras palabras, “Son los actuales mercenarios, criminales, asesinos de la noticia”. En sus ideales y en el ejercicio de sus labores como periodistas sólo figura el signo de dólares. Pero en el trascurso de nuestras actividades periodísticas no siempre nos encontraremos con los mercenarios de la información. ¡No! ¡No! Porque siempre habrá una luz al final del túnel: como dice nuestra querida María Elvira Salazar. Precisamente Miami en Escena encontró la luz en todo sentido de la palabra. Y ésa luz es precisamente nuestro entrevistado de hoy Evelio Taillacq, corresponsal en Europa de Univision Network, colaborador de El Nuevo Herald, colaborador de radio Nacional de España. Actor, director, productor y dramaturgo. Animador de TV y Radio, profesor universitario y realizador de documentales. ¡Para que más! Bueno mis queridos lectores allí van una deliciosa entrevista con un periodista con el cual da gusto charlar, conversar, platicar. Allí va.

¿Cómo nace tu vínculo con el periodismo?
Curiosamente, antes de comenzar a estudiar Artes Escénicas, siendo adolescente formé parte del Movimiento de Corresponsales Voluntarios del Diario Juventud Rebelde. Eran noticias de sobre cumplimientos, allí no había posibilidad de nada más. Tendría 13 o 14 años y me sentí muy estimulado cuando leí una de mis notas publicadas con mi credito. Pasé un curso de Periodismo por correspondencia, muy práctico, pero interesante. Luego, en la emisora provincial de Las Villas, la CMHW, hacía un espacio musical informativo en vivo. “Un momento musical”, lo tenía que escribir, se centraba en una orquesta famosa y un cantante o cuarteto. Hacía unos comentarios sobre sus carreras, repertorios y estilos. En el Pre Universitario cree una revista, muy rudimentaria, sobre las actividades del estudiantado. También dirigí otra publicación sindical en Radio Progreso, donde ya trabajaba como actor y en La Universidad de La Habana escribí algunos artículos para publicaciones docentes. Pero la actuación pudo más que el periodismo en aquel tiempo.



¿Por lo visto una vasta experiencia?
¡Si! Posteriormente viaje a Miami y cuando llegué en 1980, el Canal 23, de la cadena SIN, el único en español en aquel momento, no tenía otra programación que las noticias. Entré a trabajar como reportero y presentador del noticiero del mediodía de los fines de semana, gracias a Alfredo Cepero, director de Reporter 23, que era como se llamaba, con Leticia Callava y Guillermo, en ese momento hacía el Tiempo. Más tarde, pasé a hacer el informe del tiempo por 4 años. Me habían propuesto ser el conductor del noticiero estelar de las 6 y el de las 10, pero debía dejar de hacer teatro. Desconocedor de la industria, muy joven y lleno de sueños artísticos preferí quedarme con el Tiempo y seguir haciendo mi teatro –tenía una escuela de Artes Escénicas y no quería dejar abandonados a mis alumnos-, hasta que surgió el Canal 51 y la cadena Telemundo, fui de los fundadores, primero con Conversando con Evelio Taillacq y luego con El Show de Evelio Taillacq, que se trasmitió a nivel nacional por 4 o 5 años.

¿Hacías periodismo de entretenimiento?

¡Por supuesto! Era periodismo de entretenimiento pero siempre evité el cotilleo, el circo y las faltas de respeto a mis invitados. Por allí pasaron Raphael, Julio Iglesias, Roberto Carlos, Sandro, Libertad Lamarque, Chayanne, Juan Gabriel, Rocío Jurado, Lola Flores, Carmen Sevilla, Rocío Durcal, Perales, Manzanero, María Martha Serra Lima, Valeria Linch, Angélica María, Marco Antonio Muñíz, Celia, Olga Guillot, Gloria Estefan, Braulio, Yuri, María Conchita, Luisa María Güell, Ñico Membiela, Laserie, Ledezma y casi todos nuestros artistas locales de Miami.

Un espacio de farándula serio y respetoso ¡Dios ahora ya no existe ése estilo en Miami!
Nunca fui imprudente, no era necesario para conseguir rating, era el único espacio que le ganaba semana tras semana al 23. Más tarde comencé a escribir para el semanario Éxito del SunSentinel, como crítico de espectáculos, música y televisión. También escribí páginas editoriales en el diario El Mundo de Puerto Rico. Trabajé por varios años como editor y redactor en El Nuevo Herald, donde también tenía una columna cultural semanal, alternando con un noticiero matutino en WQBA. Todo lo que dejé para fundar mi propia publicación, Triunfo Semanal. Más tarde pasé a trabajar como productor en Primer Impacto, un espacio informativo en Univisión Network, empresa para la que sigo laborando, ahora como corresponsal en Europa.

Después de todos estos años involucrados en el ejercicio de escribir, hacer un reportaje, dar a conocer una noticia ¿Qué es para Ud. el periodismo?
Es una profesión necesaria, vital en la democracia. Una actividad que si se ejerce con rigor y buen nivel ético, puede devolver muchas satisfacciones. Lo mismo en el periodismo político, que en el deportivo, que del entretenimiento. Todo se puede hacer con igual seriedad.


Hay una frese que dice: “El periodista nace no se hace” ¿Qué nos puedes decir al respecto?
La vocación puede existir y las cualidades naturales, pero la preparación, el estudio, la práctica es indispensable si se quiere ser un periodista profesional. Hay que estar bien informado, tratar de conocer de todo, instruirte e investigar. Puedes especializarte, pero puede salirte un tema poco conocido y hay que estar preparado. Hay quien lo ejerce sin tener ni idea de lo que está haciendo. Los resultados suelen ser patéticos. Por otro lado, ser imprudente, desaforado, transgresor u ofensivo no es precisamente ser buen periodista. Uno adquiere una gran responsabilidad y una pregunta puede llevar implícita una opinión, que puede o no ser correcta y crear confusión más que luz.

Con todo lo recorrido y experimentado en la práctica del periodismo ¿Cuáles son los grandes cambios que ha experimentado esta apasionante carrera?
Hay una tendencia casi generalizada a la superficialidad. Hay diarios que quieren competir con la radio y la TV dando poca información, menos análisis y mucha imagen, todo facilito. Método absurdo, pues la inmediatez de la radio y la TV descartan esa filosofía. Para colmo, ahora están los diarios en la Web, con los que tampoco pueden competir y que tienen espacio infinito, como este que tú diriges y que por tanto, no tiene necesidad de cortar una idea por no gastar papel. Pienso que el que compra un periódico es porque quiere ahondar en las noticias, ver los diferentes porqués, contrastar opiniones. Enfrentar criterios sobre situaciones generales y particulares. Por eso hay tanta crisis en los diarios. Por ejemplo, en España, donde vivo ahora, los diarios siguen creciendo en tirada, ya que hay mucha opinión, artículos de fondo, criterios. Los canales de TV y las emisoras radiales hacen alusión a los principales temas que sacarán al día siguiente los periódicos, pero no por intercambio de promoción como en Miami, sino porque son bombazos, investigaciones, escándalos que destapan los diarios y que serán el centro del próximo día. En cuanto a los medios tradicionales, la radio, más aún la TV ha caído en manos no muy preparadas. La tendencia al circo es abrumadora y salvo excepciones honrosas, los debates y las informaciones dejan mucho que desear. Pasa también en medios anglosajones.



Perdona la frase “apasionante carrera” a propósito ¿Crees que el periodismo es una carrera apasionante?
¡Fundamentalmente! Porque tienes la extraordinaria oportunidad de ofrecer luz, datos, ideas, criterios sobre hechos que nos afectan. El privilegio de poder influir en el pensamiento de tu época. Hacer una entrevista y sacar el máximo de información útil al entrevistado, puede ser emocionante. Claro, teniendo en cuenta que hay una diferencia decorosa entre el periodismo de opinión y la noticia. Hay quien lo mezcla todo y se parcializa, como muchos medios que ya sólo contentan a los que piensan igual. Los hay hasta hipócritas que dan una noticia o una versión de esta porque saben que complacen el gusto ideológico del sector mayoritario que ve o escucha ese medio, incluso sabiendo que no son honestos con la verdad. Lamentablemente, no son muchos los que se atreven a contradecir o enfrentar la desinformación. Los que ejercen con civismo y decencia esta profesión, consiguen el respeto del público y eso sí es apasionante.

¿Quiénes fueron tus grandes maestros?

Siempre he sido muy autodidacta, pero también soy un producto de la radio y la televisión de mi país, donde si bien al llegar el castrismo la objetividad se fue a bolina, quedó el oficio y el buen hacer en el plano formal. Había muy buenos locutores, guionistas, actores y directores. A algunos de ellos los reencontré en el exilio. Pero, sobre todo, pienso que el aprendizaje debe ser constante, viendo y analizando diferentes estilos, sopesando posibilidades de cada medio. Más aún, aprovechando las posibilidades globales que te da Internet para poder leer, ver y escuchar prensa de otros lugares. En EEUU hay una gran tradición, con formidable profesionales y, aunque el circo mediático y las tendencias oscurecen a veces las perspectivas, hay ejemplos a seguir. En Argentina, Colombia, Chile, Perú, Uruguay, México y España –en Venezuela están librando una batalla a la que muchos dan la espalda- se publican magníficos diarios y revistas de opinión. Hay mucho de qué aprender.

Sabemos que te desarrollas en periodismo televisivo, radial y el escrito ¿Cuál de ellos consideras que es más impactante?
Mira, el más impactante pudiera ser la TV, por los recursos visuales que puede poner en juego. Sólo que se abusa mucho reiterando con la palabra lo que se está viendo. Decía Shakespeare, tal vez la mejor lección para cualquier medio visual, “que la acción corresponda a la palabra y la palabra a la acción”. Pero corresponder no es repetir. Sería ser cursi o dar por sentado que el público es imbécil. Si yo pensara que el público es imbécil me retiraría. Las leyes del periodismo televisivo y radial como espectáculo o medios de entretenimiento están descritos en La Poética, de Aristóteles. Esas leyes del teatro se aplican aún hoy a los hijos menores, el cine, la radio y la TV. Igual puedo decirte que he leído artículos, columnas que me han tocado profundamente, igual que algunos libros. Lo que sucede es que la época empuja al facilismo y hay muchos más que prefieren la información masticada y predigerida que encarar un análisis propio.



¿Crees que la televisión realmente es un Caja Boba?
La televisión es un medio maravilloso, amo la televisión. La televisión como medio creativo que estimule la imaginación, que invite a la controversia, que sirva para grabar buenas conductas ciudadanas. Te repito, aprendí casi todo de la radio y la televisión, aprendí como hablar, como comportarme en una cena, como dirigirme a otras personas, como respetar a una mujer o a una persona mayor, como ser cortés y educado. Vengo de un hogar muy humilde, mi madre trabajaba como bestia para darme lo mejor y ella no tenía instrucción. Pero era una época en que el público trataba de imitar a los actores y locutores de la radio y TV. Hoy, salvo honrosas excepciones, los presentadores, locutores y actores tratan de imitar al público en busca de una falsa naturalidad. Y no muchos logran imitar y proyectar lo mejor de la calle, sino lo menos honorable.

¿Cuáles consideras tú que son los encantos de la radio en frecuencia amplitud modulada y/o A.M?
La radio es un canto a la imaginación y hay algunos profesionales del medio que siguen estimulando ese aspecto. Es verdad que ya no se hacen espacio dramatizados con músicas de fondo, efectos de sonido, resonancias ni ecos, etc. No hay planos, ni acercamientos o alejamientos. Todo es chato. Ya casi ni guiones se hacen. Y casi todo es simplemente informativo. Pero aún así, insisto, hay profesionales que resulta muy grato escucharlos. Mira, en Miami sigue en el aire La Tremenda Corte, Radio Mambí sigue apostando con esos insuperable libretos repletos de ingenio y gracia, con actuaciones memorables que, pese a tener 60 años de realizadas, siguen provocando carcajadas sin recurrir a ecatologías o segundos sentidos o descripciones sexuales, ni chistes xenófobos u homófobos. Tuve el honor en ésa misma emisora, bajo la dirección de Armando Pérez Roura, de compartir un espacio diario con una gran actriz y gran mujer, Normita Suárez. Hacíamos un espacio humorístico ¡Qué cosa más dura! de una hora diaria sin guión, apelando a la imaginación, sin caer en chabacanerías ni faltas de respeto, sacando partido al costumbrismo y a nuestras mejores tradiciones, era un ejercicio de imaginación delicioso el que hacíamos. Aprendí y gocé aquellos programas como pocas cosas en mi vida.

¿Crees que los medios de comunicación masiva (TV, Radio y Periódicos) constituyen el Cuarto Poder de un estado?

Sin lugar a dudas, pero hoy sumando la Web. Ahí tienes el triunfo de Obama, donde Internet jugó un papel fundamental. Los EEUU tiene el gran mérito de haber sido el único país donde la prensa hizo renunciar a un presidente al destapar un delito cometido. Desgraciadamente, en otros países menos democráticos, hubieran cerrado el periódico y hasta asesinado a los periodistas si no los hubieran silenciado. Hay países donde se sigue diciendo que “a la prensa se le paga o se le pega”.




-¿Hoy por hoy se practica un periodismo objetivo? ¿Si o no?
Claro, hay medios y medios y periodistas y periodistas. Ahora, es penoso ver como la misma noticia parece lo contrario si recibes la información en Fox o en CNN. No se cruzan líneas, te lo decía anteriormente, hay medios que no quieren contrariar a su público.

-¿Por qué?

Porque depende del sistema de accionistas o inversores. Ya los medios no tienen un dueño que respeta y hace respetar su prestigio, ése sistema de negocio quedó en el pasado. Es como lo que sucede con los bancos, tienen accionistas -rusos, chinos, árabes, mexicanos o españoles, igual que estadounidenses, pues el dinero ya no tiene nacionalidad- que quieren ganancias rápidas y se las exigen a los directivos que, por otra parte, no saben qué tiempo estarán sobre la ola y tratan de sacar los mayores bonos y compensaciones en el menor tiempo posible. Son pocos los que en esas circunstancias piensan en el prestigio, el nombre y el futuro o en la credibilidad del medio en cuestión. La independencia u objetividad editorial de un medio depende de su independencia económica, siempre ha sido así, y hoy esa independencia está diluida entre los intereses de muchos que ni saben donde tienen metido su dinero.

-¿Qué tan importante es para Usted tomar en cuenta la ética en el ejercicio del mismo?

Es vital, ya sea ética religiosa, filosófica o profesional. Pero no es fácil hablar de ética en medio de tanta amoralidad. Recuerda que para muchos, “lo que importa es el cash”. Casi siempre los más éticos son los más incómodos para las empresas. Y no me refiero a inmoralidades económicas. No. De esas creo que hay menos, las empresas hay pulido los sistemas para que no les puedan robar. La falta de ética mayor está en esos que se creen superiores, más inteligentes, más cultos que el público para el que trabajan y le dan basofia a los consumidores sin el menor escrúpulo y luego hablan entre ellos de cosas exquisitas, de tal o más cual libro, película o programa de TV. Esos que dan lo peor al público sabiendo que es malo. Es como si un carnicero te vendiera un filete sabiendo que está podrido. Inmoral.



-En tu papel de periodista ¿Como lidias con la vanidad de los personajes, los relacionistas públicos, los directores de disqueras…en fin con toda esa parafernalia que conocemos como nuestros contactos de prensa?
He tenido suerte o me he ganado el respeto. No soy relacionista público, soy periodista, eso me obliga a ir a lo que creo interesa al público. Jamás he aceptado vetos en temas o preguntas específicas. Ellos, los de la industria musical, cinematográfica o los artistas saben que necesitan informar de sus respectivos productos para poder venderlos y yo quiero ofrecer la mejor información sobre esos productos. Es un dando y dando. No le ruego ni caigo atrás a nadie para conseguir una información, eso deja muy mal situado al periodista y al medio por no darse a respetar. Tampoco doy golpes bajos y ellos lo saben. Soy incapaz de preguntarle a nadie cosas que sé además no me van a responder sinceramente. ¿Entonces para qué preguntar si anoche te fuiste de farra con fulana o si engañaste a tu pareja? Tampoco me desquito atacando sin cuartel al que no me dio una exclusiva. Hay que tener decoro y saber que detrás de una carrera, de un creador o de quien cree serlo, hay un ser humano, una persona que merece respeto. Puedo hacer la pregunta más difícil con respeto. Por otro lado, el ego es un mal necesario para una estrella, quien no tenga una buena dosis no llega nunca. Lo sé muy bien. Yo he tenido momentos de mayor y menor esplendor profesional y si no he conseguido más es porque he tenido mi ego bien controlado, disminuido tal vez. También eso te ayuda a que las bajadas no te mareen demasiado. Ahora bien, tampoco tengo paciencia con mediocres que se creen la última coca cola del desierto. Por lo general, los grandes de verdad, tienen bien puestos los pies en el suelo y no son impertinentes. He conocido a grandes seres humanos en este trabajo.

¿Qué opinas de los medios periodísticos online?

Son un ejercicio democrático, mayor que el de los medios convencionales. Si bien es cierto que puedes cambiar el dial, en Internet -donde también hay que cuidarse de los desinformadores y de los tergiversadores- hay mayor libertad para opinar e ir contra la corriente. Los grandes intereses tienen menos poder y alguién puede mostrar su verdad quemando menos recursos, dependiendo menos de los inversionistas. La pluralidad que ofrecen los medios online y el espacio para exponer una idea son bienes agregados a este recurso informativo. Y, aunque ahora hay medios de dudosa credibilidad, pasará como con todo, habrá páginas serias, éticas, rigurosas, creíbles y las habrá que no.

-¿Qué te permite el ciberespacio que no te permite la TV, Radio, Prensa Escrita?

Eso, la diversidad. Mira, es como la industria musical o la editorial. Durante décadas han estado decantando según sus intereses y su falta de visión, y pocas veces han apostado por productos verdaderamente valiosos. Imagínate que en los últimos 20 años, lo único nuevo que ha surgido en la música popular el reggaetón, ¿penoso, verdad? Pues ahora, con estos medios, mucho más libres, no serán los ejecutivos discográficos los que tendrán el poder absoluto para permitir que un producto artístico llegue o no al consumidor. Cada cual se puede inventar su chiringuito y producir su disco o su libro o su película, promoverlo y distribuirlo en la Web. Si el producto tiene valor, va a salir adelante. Sea música, cine, artes plásticas o literatura. Lo mismo con la información. Allá afuera hay gente interesada que apuesta por la calidad y apoya la diversidad y la libertad creativa. Es una bendición.





-¿Se puede decir que el periodismo cibernético es mejor que el convencional?
No, hay de todo. Pero el periodismo cibernético está comenzando y tiene un grandioso futuro. El peligro está en tirar la toalla antes de tiempo, muchos no pueden resistir. A cualquier medio serio hay que dedicarle mucho tiempo y esfuerzo y no siempre se puede trabajar por “amor al arte”.

-¿Consideras que con la invasión del periodismo cibernético, los diarios y/o revistas convencionales desaparecerán en el tiempo?
Tarde o temprano desaparecerán, vamos al mejor uso de recursos y el gasto de papel y tinta será cada vez más un despilfarro. Por otra parte, Internet es mucho más rápido que la rotativa. El peligro está en que algunos medios cibernéticos se van quedando sólo en los titulares y en la ligereza nociva de la superficialidad, en este canto general a la bobería globalizada y no profundizan. No soy sólo de carteleras, me gusta ir al cine y verme la película o al teatro y disfrutarme la obra de principio a fin.
-Pasemos al tema de prensa escrita. ¿Consideras que el diario El Nuevo Herald es un diario representativo del Sur de Florida?
Ha tenido muchas etapas, algunas muy meritorias. En el 80 cuando llegamos por el Mariel, El Herald era un suplemento en español de The Miami Herald y estaba a punto de cerrar, pero la inyección de cubanos recién llegados le dio vida y hasta mayor espacio y esplendor. Eran bien poquitos los profesionales haciendo aquel diario, pero lo hacían bien. Luego fue creciendo, sus portadas, sobre todo las de Galería en los 80 y principios de los 90 ganaban premios a nivel nacional entre los diarios en inglés. Por ahí han pasado muchos profesionales calificados, algunos quedan dentro, pese a los constantes recortes de personal, que no creo sean producto de la crisis económica ni de que la prensa impresa esté feneciendo ni de todo eso que se viene diciendo. El Condado Miami Dade ha recibido en los últimos 10 años a cientos de miles de hispanos que, muchas veces, vienen de países como Argentina, Venezuela y Colombia, países con rica tradición periodística. Sin embargo, las subscripciones no han aumentado en igual medida. Creo que hace falta ser menos ligeritos, predecibles y provincianos, y entrar más a fondo en los temas, respetar más lo local. Yo extraño aquellas series investigativas que sacaron no pocos escándalos a la luz en esta comunidad. Un diario tiene que ser consecuente con su responsabilidad y no estar evitando meterse en líos, cerrándose a las controversias o esquivando enfrentar los verdaderos problemas de sus lectores. Los periodistas no pueden encerrarse en cúpulas de cristal y mirar desde un quinto piso lo que sucede abajo, hay que mojarse, salir. Hay que dejar a un lado las formulas que encasillan criterios, los porcentajes de temas y tanta relaciones públicas. Tampoco vale creer que sólo la portada vende periódicos, ni mucho menos eliminar las firmas de prestigio de un plumazo. Ya allí sólo quedan como senior los ex directores, ni un solo periodista especialista. Fue una mala política traída de otras ciudades y estados. Yo a diario voy a la Web en busca de determinados columnistas que me han ganado la confianza y simpatía por años. Compro diarios porque sé que en determinadas páginas hay materia, criterios, confrontación de ideas, saber qué hay detrás de la noticia que sacó anoche el telediario o que escuché al amanecer en la radio y no porque tenga un despliegue “precioso” de un rostro o cuerpo bello que ni tiene que ver con mi comunidad. Eso se puede dejar para las revistas del corazón y sus consumidores. Me es doloroso, pues es un medio que quiero, donde trabajé y en el que he colaborado hasta hace muy poco, donde conservo buenos amigos. Sé que ha habido nuevos cambios, ojala sean positivos.


-¿En tu opinión que les hace falta a estos dos medios para cubrir todas las necesidades de un lector común y corriente?
Ir, sin miedo ni cuidándose de pisar callos a los asuntos que interesan a la comunidad. De sobra sé que en Miami todo se toma como personal. Si dices que un espacio de radio no te gusta, por esto o aquello, al otro día te queman y hasta te mientan la madre en el aire, por simplemente, decir que no te gustó algo que se hizo en el programa. Pero igual, un periodista debe pasar por sobre esas miserias humanas y hacer culto a su criterio, exponerlo y saber también que no es ley de Dios, que es solamente un criterio que merece también debate. Pero no ataques personales como los se hacen en Miami muchas veces. De cualquier forma, hay muchos temas que se han tergiversado. Es mentira que el arte y la cultura tienen que ser ligeros y superficiales, mucho menos vulgares. Puede haber cuestiones de fondo que interesen mucho más que saber si Jennifer López se compró un refajo marañón o que Paulina Rubio volvió a descalificar a un fotógrafo. Hay más, mucho más, como saber por qué no se crean nuevos ritmos, porque escasean tanto las buenas voces o por qué ya no se oye de los compositores. La gente puede interesarse en saber por qué se obliga a los actores de televisión a aprender a hablar con determinado acento regional. El público debe saber el por qué tiene que dispararse en Miami los mismos temas musicales programados para Los Ángeles y San Antonio. Hay espacio para saber por qué en el Condado se da tan poco apoyo a las artes. El público quiere saber por qué un teatro municipal ha costado mucho más de lo que se presupuestó y conocer los nombres de los responsables políticos.



-En cuanto a los medios televisivos hispanos tanto las cadenas grandes y chicas. ¿Realmente hacen un buen periodismo entendiéndose por periodismo informativo, de opinión, investigación y/o entretenimiento?
En las cadenas nacionales, según se puede comprobar, se evitan los editoriales o tendencias políticas. Durante años trabajé en un espacio informativo nacional, de corte sensacionalista y pensando en el gusto mayoritario, pero que se hacía con rigor. Ninguna noticia dejaba de ser contrastada, investigada y si había dudas de su veracidad, se prefería dejarla pasar o que la competencia nos diera alante antes de cometer el pecado de difamar o engañar. No se permitía hablar de un arresto sin probar y obtener el acta de la policía. No se aprobaba sacar ninguna información basada en rumores, había que ir a la fuente primordial y de primera mano conseguir opiniones. Se usaba un estilo muy anglo en esos aspectos. En entretenimiento, se seguía igual método, con igual o mayor seriedad. Durante los años en que trabajé produciendo, nunca hubo ni siquiera una amenaza de demanda, tuve una colega –aún está en su puesto- impresionante, que todo lo pasaba por el departamento legal. Lo que no quiere decir que no sacáramos noticias fuertes y controversiales, eso sí, luego de comprobar. Tampoco tomábamos partido, ni aceptábamos regalitos. En los medios locales, propiamente, he visto de todo, pero sé que hay profesionales serios que se rompen el alma por sacar los espacios más completos con mucho menos presupuesto que el de las cadenas.


-¿Qué canal televisivo cubre todas tus expectativas como teleespectador?
Ahora veo Tele Madrid y La Uno, de TVE. Hace tres años que sólo estoy un par de meses en Miami, aunque sí me leo El Nuevo Herald, casi a diario, soy adicto a la información, pues lo hago con El País, El Mundo, el ABC, La Vanguardia de Barcelona, El Clarín, de Buenos Aires, y con varios diarios digitales.


-¿Qué estación de radio te agrada?
Cuando voy a Miami, además de algunos espacios de Mambí y WQBA, suelo escuchar la FM 92.3. Me gusta escuchar a Álvarez Guedes con Adrián, a mi amiga Susy y voy saltando en el carro.



-¿Por qué?
Es que tengo una tremenda guerra contra la globalización de la bobería. Pertenezco a una minoría muy numerosa



-¿Qué publicaciones online consideras que son interesantes?
Ahí la lista es mucho más amplia. Periodista Digital, Libertad Digital, Cuba Nuestra, etc. Ahora veré el tratamiento que le das a esta y otras entrevistas y a lo mejor me hago asiduo de Miami en Escena.



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